La Atlántida

lunes, 14 de junio de 2010.
Como primer monográfico de Misterio Digital, se ha llegado a la conclusión de, ¿Que mejor tema que tratar, que uno tan fascinante y antiguo como es el misterio de la Atlántida? Muchos serán los que conocerán la historia de la mítica isla, y otros muchos las que la desconocerán, por ello, antes de nada, haremos una pequeña introducción a cerca de esta antigua leyenda, tan antigua como el hombre actual se podría decir. No obstante, para comprender un poco mas este mito, recomendaría leer los diálogos de Timeo y el Critias de Platón, expuesto en esta misma web, o accesible desde el enlace del nombre de Platón.
Atlántida es el nombre de una isla legendaria desaparecida en el mar, mencionada y descrita por primera vez en los diálogos Timeo y el Critias, textos del filósofo griego Platón, el cual dada la precisa descripción que ofreció y el hecho de que en ellos afirme la vericidad de la historia, pues así se la explicó Solón, llevó a partir de mediados del siglo XIX se propusiesen diversas historias y teorías a cerca de su ubicación, y diversas investigaciones y expediciones para su hallazgo. A cerca de la Atlántida, existen diversas teorías a día de hoy, las cuales la sitúan en lugares varios, y explican historias varias, tanto de su existencia como de su desaparición.

Entre los autores que a lo largo de la historia han escrito a cerca de este mito, a parte del mencionado Platón (Filosofo, 427 a.C.) , podríamos destacar a Macrobio (filosofo, escritor y político, 400 a.C.), Plutarco (50 a.C.), Proclo (filosofo griego, Constantinopla 412), Julio Verne (escritor francés, Nantes 1828), Jacinto Verdaguer (poeta español en lengua Catalana, Folgarolas 1845), José Ortega y Gasset (filosofo español, Madrid 1883) y/o Juan G. Atienza (Filólogo, Valencia 1930). De la antigüedad se conservan no pocos párrafos de escritores antiguos que aluden a los escritos de Platón sobre la Atlántida; ciertamente se han perdido muchos otros. Estrabón, en el siglo I a. C., parece compartir la opinión de Posidonio (c. 135-51 a. C.) acerca de que el relato de Platón no era una ficción. Un siglo más tarde, Plinio el Viejo nos señala en su Historia Natural que, de dar crédito a Platón, deberíamos asumir que el océano Atlántico se llevó en el pasado extensas tierras. Por su parte, Plutarco, en el siglo II, nos informa de los nombres de los sacerdotes egipcios que habrían relatado a Solón la historia de la Atlántida: Sonkhis de Sais y Psenophis de Heliópolis. Finalmente, en el siglo V, comentando el Timeo, Proclo refiere que Crantor (aprox. 340-290 a. C.), filósofo de la Academia platónica, viajó a Egipto y pudo ver las estelas en que se hallaba escrito el relato que escuchó Solón. Otros autores antiguos y bizantinos como Teopompo, Plinio, Diodoro Sículo, Claudio Eliano y Eustacio, entre otros, también hablan sobre la Atlántida, o los atlantes, o sobre una ignota civilización atlántica. Y de igual modo sucedió durante el Renacimiento, a través de humanistas (pues en la Edad Media era un tema completamente tabú) como el escritor mexicano Alfonso Reyes afirma que la Atlántida, así resucitada por los humanistas, trabajó por el descubrimiento de América. Francisco López de Gómara en su Historia General de las Indias, de 1552, afirma que Colón pudo haber estado influido por la leyenda atlántida y ve en voz náhuatl atl (agua) un indicio de vínculo entre aztecas y atlantes. Durante los siglos XVI y XVII, varias islas (Azores, Canarias, Antillas, etc.) figuraron en los mapas como restos del continente perdido. En 1626, el filósofo inglés Francis Bacon publica La Nueva Atlántida (The New Atlantis), delirante utopía en pro de un mundo basado en los principios de la razón y el progreso científico y técnico. En España, en 1673, el cronista José Pellicer de Ossau identifica la Atlántida con la península Ibérica, asociando a los atlantes con los misteriosos tartessios. Pero no será hasta la segunda mitad del siglo XIX, que la historia de la Atlántida adquiera la fascinación que provoca hasta hoy en día. En 1869, Julio Verne escribe Veinte mil leguas de viaje submarino, novela que en su capítulo IX describe un alucinante encuentro de los protagonistas con los restos de una sumergida Atlántida. Tiempo después, en 1883, Ignatius Donnelly, congresista norteamericano, publica Atlántida: El Mundo Antediluviano (Atlantis: The Antediluvian World). En su obra, Donnelly, a partir de las semejanzas que aprecia entre las culturas egipcia y mesoamericana, hace converger, de modo muchas veces caprichoso, una serie de antecedentes y observaciones que lo llevan a concluir que hubo una región, desaparecida, que fue el origen de toda civilización humana y cuyo eco habría perdurado en la leyenda de la Atlántida. El libro de Donnelly tuvo gran acogida de público, en una época en que el avance de la ciencia permitía a su hipótesis aparentar cierta verosimilitud. Tanto fue así, que el gobierno británico organizó una expedición a las islas Azores, lugar donde el escritor situaba la Atlántida. Ahora, tras esta indroducción, pasemos al verdadero monográfico, en el que trataremos y os ofreceremos la leyenda en si, o mejor dicho, una de las hipótesis o historias de la Atlántida, a vosotros os toca juzgar, evaluar e investigar a cerca de este tema, así pues, comenzamos.
La leyenda cuenta que la Atlántida era una isla de grandes dimensiones, se podría considerar un continente, según algunas hipotesis en el Mediterráneo, en otras versiones en el Océano Atlántico, que fue destruída por un terremoto o tsunami que inundó totalmente sus tierras dejándola por siempre sumergida bajo las aguas y olvidada en el pasado.

Sus habitantes poseían una tecnología y cultura muy superior a la de los contemporáneos de su época y fueron decisivos en los avances de todas las culturas mundiales. Su ubicación les permitía el acceso a culturas tan dispares como la egipcia y la Maya y eran consumados viajeros, dominando con sus barcos todos los mares y océanos del planeta. La similitud entre estructuras arquitectónicas como las pirámides Mayas y Egipcias, o el parecido fonético de algunas palabras en culturas separadas por aguas y miles de kilómetros de distancia se deberían a la influencia que los Atlantes (nombre con el que habitualmente se designa a los habitantes de la Atlántida) gracias a su avanzada tecnología marcaron culturas de todo el mundo.

La leyenda de la Atlántida parte de Platón hacia el 350 a.C., el cual, en los diálogos Timeo y Critias, cuenta la historia de una civilización floreciente que vivía en una isla "más allá de las columnas de Hércules" (nombre antiguo del Estrecho de Gibraltar). Él aseguraba basarse en el sabio griego Solón, que 200 años antes decía haber oído en Egipto que una isla había sido destruida "al oeste" como consecuencia de un gran cataclismo que la sumergió en las aguas en tan solo unas horas. En más o menos 20 páginas describe esta floreciente cultura, sus ciudades y abundancias y como debido a una afrenta a los dioses (eran adoradores de Poseidón) fueron castigados y una serie de cataclismos les sumergieron en las aguas, numerosos estudiosos a lo largo de la historia han buscado su significado real pues en gran cantidad de culturas existen mitos similares a los de la Atlátida de Platón, según algunos de ellos existe una especie de memoria histórica o componente real en dicha historia y es cierto que de tratarse de un leyenda fue de gran difusión en una edad tan temprana del hombre que pervivió en diferentes y dispares culturas (algo que si completamente resultaría imposible).

Motivos que han precedido y producido que su ubicación haya sido buscada desde la época de Platón, aunque nadie está seguro si existió realmente muchos son los investigadores que la buscaron, pues al fin y al cabo también la Troya de Homero se creía producto de la fantasía, hasta que el arqueólogo Heinrich Schliemann la descubrió en 1903. Las ubicaciones sugeridas para la Atlántida, incluyen lugares diversos;

En el Mar Mediterráneo : Del relato de Platón se deduce que la civilización atlante debió florecer hace más de 12.000 años. En cuanto a la localización del misterioso continente, el texto del filósofo ateniense lo sitúa "más allá de las Columnas de Hércules", y esto significaba, según la concepción de la antigüedad, al otro lado del estrecho de Gibraltar, es decir, en el océano Atlántico. Pero atención, recordemos que la fábula procede de los antiguos egipcios y, para ellos, la isla perdida se llamaba Keftiu (el nombre que tenían para Creta). La fuente de información de Platón, el legislador y estadista Solón, pensaba naturalmente en griego, de modo que traduciría las indicaciones del sacerdote egipcio a su propia lengua, pudiendo producirse por esto algunos equívocos. Posiblemente los egipcios tenían en mente un lugar totalmente diferente al referido por Solón, ya que para esta civilización confinada en el valle del Nilo, el mundo conocido terminaba no ya en el Atlántico, sino en el mismo Mediterráneo.

La teoría que desde 1909 ha sumado más adeptos afirma que la Atlántida fue Creta u otra isla cercana, la de Santorini. Por consiguiente, la civilización atlante se identificaría con la minoica. Son muchos los datos que apoyan esta tesis. Para los antiguos egipcios, Creta constituía un lugar de interés a causa de su cercanía y su fuerza, aunque resultaba casi inaccesible debido a su ubicación en mitad del Mediterráneo. Por otro lado, la decadencia y caída de esta civilización encaja con el dramático final descrito por Platón: hacia el año 1500 a.C. una tremenda erupción volcánica en la isla de Thera (hoy llamada Santorini) originó terremotos, tsunamis y lluvias de cenizas que acabaron por dar el golpe de gracia a aquella cultura de la Edad del Bronce, que ya había sufrido anteriores seísmos.

La fecha es lo único que no concuerda, pues recordemos que, según Platón, la Atlántida debió florecer alrededor de 12.000 años atrás. Sin embargo, pudo ocurrir que el informador egipcio de Solón se hubiera basado para sus cálculos en uno de los calendarios lunares al uso en aquella época, confundiendo al griego, quien habría tomado los años lunares por solares. En tal caso, la fecha referida por el sacerdote sería el año 1200 a.C. aproximadamente, lo cual coincide, admitiendo un margen de tolerancia de dos o tres siglos, con la explosión de Thera.

En cualquier caso, por bien que suene esta hipótesis -desarrollada y defendida sobre todo por los investigadores griegos Angelos Galanopoulos y Spyridon Marinatos- también tiene sus puntos débiles. Así, la clasificación cronológica de los diferentes estilos cerámicos de la isla de Santorini demuestra que esta cultura sobrevivió al menos cincuenta años a la erupción del volcán. La Atlántida no se hundió, por tanto, en este lugar. Y menores son las posibilidades de que se tratara de la cercana isla de Creta; Cnosos, el centro de la cultura minoica, no se colapsó hasta algunos siglos después de la erupción del volcán.
En el Océano Atlántico : El relato de Platón hablaba de una enorme isla "más allá de las columnas de Hércules" este dato hacia suponer que debía encontrarse en el Océano Atlántico (¿Alguien se ha preguntado alguna vez, por que dicho océano se llama así?) y durante siglos investigadores del tema la situaron en dicho emplazamiento. Dicha teoría fue totalmente rechazada en 1.950 (o eso pensaron) cuando se demostró la tectónica de placas y se comprobó que no existen ni existieron vestigios de ningún continente sumergido.

Hasta que dicho teórico emplazamiento se demostró que no era correcto, investigadores como Ignatius Donnelly, quien publicó su libro Atlantis: The Antidiluvian World en 1882, obra que conocería más de cincuenta ediciones y que sirvió de punto de partida para numerosas teorías posteriores. Donnelly estudió los enigmas de distintas culturas y elaboró a partir de tan misteriosos ingredientes una hipótesis irresistible: la Atlántida fue un continente entre Europa y América que se sumergió y que incluso llegó a constituir un puente terrestre entre ambos mundos.

Los principales datos que corroborarían su teoría son los siguientes: la lengua de los aztecas posee asombrosas semejanzas con la de los egipcios. Los egipcios no fueron los únicos que construyeron pirámides; también los antiguos pueblos centroamericanos levantaron este tipo de estructuras, de modo que debió existir algún contacto entre ellos.

Donnelly no ofreció una síntesis tan brillante como persuasiva de las ya existentes, echando mano de informaciones procedentes de campos tan diversos como la arqueología, la oceanografía, la filología, la geología, la historia, la mitología, la etnología, la zoología y la botánica para argumentar la historia de Platón y con la intención de demostrar que sin un continente que hubiera servido de puente las coincidencias que proponía no hubiesen podido darse.

La Atlántida en América : Al ser descubierto el nuevo continente surgió como es lógico una nueva teoría, ¿Podría ser América el continente descrito por Platón?, ¿era posible que las tierras descubiertas por Cristobal Colon fueran parte de la isla soñada?

Un dato cuando menos curioso sobre esta teoría es el siguiente:

En una sesión de trance realizada en 1933, el vidente norteamericano Edgar Cayce describió de una forma colorista y fantástica la vida en aquella antigua civilización, prediciendo, además, que una parte de ella sería encontrada en el año 1968. Y en efecto, un año más tarde de lo vaticinado se descubrieron en el fondo marino frente a las Bahamas ciertas estructuras aparentemente realizadas por la mano humana. La localización de la Atlántida en esta zona ya había sido propuesta por otros investigadores, que sin duda se remitían a los datos aportados por el geógrafo romano Marcelo, del primer siglo antes de nuestra era. Según él, el continente perdido habría estado integrado por siete islas pequeñas y tres grandes, la mayor de ellas de aproximadamente 200 kilómetros como la mayor de las islas antillanas, La Española, que tiene un tamaño que coincide más o menos con el calculado por el sabio Marcelo.
Sin mas, estos son los datos de éste interesante mito o leyenda, que durante siglos y siglos, o incluso milenios, ha acompañado al hombre, envolviéndolo en una espiral de misterio, reflexión y curiosidad, y a su vez, pasando de generación en generación como tal vez, el mito, leyenda o historia mas importante y duradero de la remota y desconocida historia de nuestro pasado. Espero les haya agradado este espacio de conocimiento y reflexión, y les prometo, estar de vuelta en pocos días con un nuevo monográfico a cerca de otro distante, diferente e interesante tema que, como viene siendo la intención de este portal, sin duda les hará reflexionar y hacerse miles de preguntas, pues esa es la intención.

Antonio Rivera

5 Comentários:

Serk1492 dijo...

Conozco la leyenda pero no sé mucho más.
Me llama la atención este mito, pero desconozco por completo cualquier dato excepto los que acabo de ver en tu artículo.
Ya de paso, recuerdo la canción 'Atlántida' del grupo Tierra Santa, grupo que creo que conoces, con una muy buena letra en esta canción (y un ritmo que engancha).

PD. Te está quedando genial el diseño ;)

Saludos!

Anónimo dijo...

¡Enhorabuena por una exposición tan bien hecha!. Que curioso, yo no sabía que Ortega y Gasset, uno de los filósofos españoles más importantes y con el que coincido en algunos puntos, hubiera hablado de la Atlántida.
En cuanto a las teorías de su posible ubicación, pienso que la más probable sería que fuera un continente entre África y América, ya que si se piensa que tuvo contactos con mayas y egipcios, debía de estar situada en un punto intermedio, ya que me resulta muy inverosimil que estando cerca de Grecia, como dice alguna hipótesis, fueran a acabar llegando a América pese a lo avanzada que pudiera estar su tecnología.

A.Rivera dijo...

Gracias a los dos!!! Serk, en cuanto a la canción, no habría estado mal, para el próximo tomaré nota y miraré de ponerle al mismo post una canción que pegue con el tema a tratar. En efecto, conozco el grupo Tierra Santa, sin duda es un gran grupo y sus canciones son en su mayoría muy buenas!

Yo soldado, también soy mas de la teoría de que debería de estar en tre América y África, de otro modo, todas las coincidencias (por llamarlas de algún modo, pues no creo en la casuolidades) entre civilizaciones tan lejanas como Egipcios y Aztecas, Mayas e Incas, no se podrían dar de ningún modo. Te igual modo la teoría de cerca de Grecia, Creta para ser mas exactos, no se sostiene por ningún lugar, pues en Creta habitaban los Minoicos, que poco o nada tienen que ver ni con las civilizaciones nombradas anteriormente, nu mucho menos con Piramides.

Anónimo dijo...

Los minoicos destacaron por la construcción de grandes palacios, y si acaso, el único parecido que pueden tener con el tema de la Atlántida es que desapareció sin saber las causas aún, ya que se distinguen dos épocas de grandes construcciones y en las dos se desconocen los motivos de su destrucción. Esto lo se por que ayer me cogí el libro de Arte para empezar a repasar y me estuve mirando todo el tema de Grecia, cuyo origen está en la cultura minoica.

Abeldc72 dijo...

Excelente blog, sí señor, y la entrada de la Atlántida, como decía J.J. Benítez, "mi enigma favorito".

El comienzo del mito más exótico de Occidente son los diálogos de Platón, que, resumiendo, y como bien expones, son de origen egipcio. Por lo que no tenían tradición del mito de la Atlántida. A partir de entonces (según autores contemporáneos), en algunos mitos griegos se identifica a Atlas, hijo de Poseidón, con Atlante, mítico rey de la mítica isla.
Seguramente, las fuentes egipcias que dieron lugar a los diálogos, describían una isla mediterránea que desapareció por un cataclismo, una isla con caballos, toros, elefantes, y una civilización marinera. No precisamente tubo que ser Santorini, pero en la antiguedad de los minoicos, las Columnas de Héracles eran los promontorios rocosos situados al Noreste de la pequeña isla de Anticítera, que marcan la distancia media entre Creta y el Peloponeso (el estrecho de Gibraltar lo bautizaron los fenicios como Columnas de Melkart, fueron ellos sus "descubridores").
Por lo que la Atlántida, bien pudo ser, como digo, una civilización mediterránea, pues así describe Platón su clima.

Como bien haces referencia, han sido muchos los autores que la han mencionado, pero a ello, quiero indicar que a cualquier descubrimiento de una civilización prehistórica (o de una humanidad) que ha dejado perplejos a los científicos (plásticos antediluvianos, calculadoras, máquinas, aviones, piedras descomunales, ect...), han querido identificarlos con la Atlántida, y con ello, movieron su situación para dar solided a sus hipótesis.
Por ejemplo, los conquistadores españoles llegaron a Tenochtitlán, la capital azteca, y quisieron ver en ella la Atlántida: una ciudad en aros de agua concéntricos, a la que bautizaron el "Gran Cairo", por sus pirámides.

E independientemente de su localización, la leyenda de la Atlántida gana fuerza cuando vemos las culturas antigüas: todas tienen un diluvio, enviado como maldición al hombre. Y Atlantis desapareció en un diluvio...

Me ha encantado esta entrada, vaya.

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